Este sábado pasado estaba en aula, junto con la formadora,
amiga y socia Susana Curry dando un curso sobre comunicación eficaz.
Después de
4 horas en las que los participantes estaban aprendiendo sistemas fundamentales
para comunicar eficazmente basados en principios de Pnl se me acercó una de las
participantes y me pregunto:
“esta información es interesantísima, ojalá lo
hubiera sabido antes, ahora ¿cómo es posible usar todo esto a lo largo del
día?¿y también con las personas que te rodean en un tu vida personal?”
A lo que ella se refería era a si, tal y como había
explicado, para comunicar eficazmente debes tener siempre un objetivo en mente.
Cuando comunicas es importante que sepas cuál es tu objetivo, el motivo por el
que lo estás haciendo, al menos en esas veces en las que quieres ser
verdaderamente eficaz.
Cuando enseño esto a los adolescentes de 17 años y les
pregunto en el curso de Técnicas de persuasión, ellos tienen muy claro siempre
su objetivo de comunicación eficaz con sus padres: Poder salir hasta más tarde
por la noche.
Crea sintonía
Para comunicar eficazmente no solo deberás saber cuál es tu
objetivo sino que para hacerlo con alguien tienes que ganarte ese privilegio.
Es decir, te lo tiene que conceder la otra persona. No depende de ti, tú puedes
verbalizar todo lo que desees, pero si tu interlocutor no te ha dado permiso
para que le influyas con tu comunicación será como hablarle a una loncha de
queso.
El privilegio te lo ganas cuando a la otra persona le caes
bien, siente que no la estás juzgando, hablas su mismo registro y un montón de
cosas que hacen que con determinadas personas nos encontremos inmediatamente
bien, nos fiemos y sin embargo, con otras no.
Esto se llama “rapport”
o entrar en sintonía. ¿Cómo puedes entrar en sintonía fácilmente con otra
persona? La respuesta a esto es igualando. Convirtiéndote en un espejo de la
otra persona.
¿Cómo lo hago?- estarás pensando.
Lo que yo siempre explico es que seguro que tenéis alguna
experiencia parecida, o algo en la vida que os une, sector de trabajo,
situación familiar, viajes… o cualquier cosa que se te ocurra que hace que
encuentres en unión con esa persona.
Además de todo esto puedes igualar otras cosas más neutras
en cuanto a significado pero con un efecto muy grande sobre la comunicación:
- sus palabras. Todos tendemos a usar unas palabras que se repiten. Por ejemplo, si tu interlocutor repite “precioso” úsalo también tú. Así estarás entrando más fácilmente en su mundo.
- su tono, ritmo, volumen…de la voz. No hay nada más desagradable que hablar con alguien que tiene un ritmo, velocidad y tono de voz muy diferente al tuyo. Iguálate a tu interlocutor y percibirás como te acepta mucho mejor.
- su no verbal: puedes igualar cómo tiene la piernas, movimiento de los brazos, sonrisa, inclinación de la cabeza, respiración, parpadeo…
Cuando te encuentres haciendo todo esto, la sensación será de
estar en sintonía con la otra persona y a partir de ahí tú puedes comunicarte mucho
mejor con ella y ser más eficaz en tu comunicación.
Ahora si todo esto te parece complicado te propongo un pequeño
truco simple, fácil y rápido. Cuando entres en contacto con otra persona, antes de decir lo que tienes pensado, céntrate
primero solo en decir algo que vaya a hacer que se sienta bien, justo
en el momento en que empiezas a interactuar con ella y te darás cuenta que solo
con este pequeño gesto mejora la comunicación entre vosotros.
¡Qué tengas una estupenda semana!
Paloma