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abril 23, 2012

Elige tu actitud



Estoy en un vuelo de Ryanair. Para quien conoce esta compañía sabe ya seguro que no es un placer volar con ellos. Es más, yo creo que es lo más parecido a la alienación del ser humano, junto a las colas para renovar documentos en Roma (hablo por experiencia).

Mi actitud cuando tengo que volar con esta compañía es de enfado desde el momento en que tengo que aguantar una interminable cola para facturar, la mala educación del personal, no poder dormir porque a lo largo del viaje venden por megafonía hasta objetos voladores no identificadosun sin fin de incomodidades.

Yo sé que son así, lo sé ya desde el momento en que compro el billete, por esto, hoy me he propuesto cambiar mi actitudporquea ellos sería imposible cambiarlos. Y es que no puedes cambiar lo hechos pero siempre podrás cambiar tu actitud  frente a ellos. Recuérdalo.

Hoy he esperado la cola interminable y en vez de escuchar mi voz interior que dice 'joder cómo son, no pienso volar más con ellos', me he puesto a leer un libro precioso que me acababa de regalar un amigo y han tenido que avisarme cuando ha llegado mi turno para facturar ya que estaba absorta en otros mundos.

Cuando he llegado al check-in he puesto mi mejor sonrisa verdadera a la chica detrás del mostrador. En otros momentos hubiera reflejado mi malestar pero hoy, he puesto en práctica una maravillosa lección de mi gran maestra la Dr. Swarzman. Así que según me acercaba y veía a la chica del mostrador iba pensando: tú al igual que yo necesitas trabajar, tú al igual que yo estás cansada en algunos momentos, tú al igual que yo eres buena persona, tú al igual que yo tienes la capacidad de querer aunque quizá no siempre te salga, tú al igual que yo... Para el momento en que he llegado al mostrador, ella me sonreía, incluso ha salido de su boca un 'perfecto' cuando he apoyado mi maleta en el peso y posteriormente muy cordialmente hemos hasta tenido una conversación sobre el mes en que mi DNI iba a caducar.

Por fin entraba en el avión y como procuro evitar tener que hacer la fila interminable en la puerta de embarque,  he optado por pagar el suplemento que te permite elegir tu asiento. Así que he entrado la última. Feliz.  La sorpresa ha sido que mi asiento, estratégicamente elegido para tener más sitio para estirar las piernas  y en pasillo (ya que llevo dos días metida en aviones) estaba ocupado por una madre con dos niños de los cuales el mayor tenía 5 años. El azafato me ha preguntado si no me importaba sentarme en la fila del otro lado (obviamente sin sitio para estirar la piernas y ventana) ya que los que estaban en mi asiento eran una familia (por lo visto, yo al "no ser una familia no tengo derecho al asiento que he pagado) ..... He sonreído, le he dicho que por supuesto no me importaba. He visto cómo la madre explicaba en italiano a los niños el favor que les había hecho y ellos me han sonreído emitiendo un dulcísimo grazie mille. Ha merecido la pena.

Aunque las colas sean las mismas, la mala educación continua, los suplementos abusivos y las tonterías constantes, hoy he decidido cuál quería que fuera mi actitud frente a algo que no puedo cambiar. Y es que al igual que eliges tu ropa por las mañanas también puedes elegir tu actitud, tus pensamientos también puedes empezar a elegirlos.


1.    Piensa por las mañanas cuál quieres que sea tu actitud ese día y date buenos motivos para ello.
2.    Si se te esta olvidando (que ocurre a lo largo del día) recuérdate los motivos de nuevo, merece la pena.
3.    Sé consciente de que habrá situaciones y elementos que harán que salgas de ese  estado pero depende de ti volver.
4.    Vuelve a tu estado positivo lo antes posible.
5. Si estás encontrando difícil volver a tu estado, céntrate en los demás, céntrate en hacer sentir bien a las personas con las que interaccionas...encontrarás magia en ello...
5.     Y diviértete en todo momento

Recuerda tú eres tu actitud, así que elígela bien y te encontrarás disfrutando más aún de la vida

Que tengas una estupenda semana

Paloma